La interconexión entre la genética, la epigenética, la conciencia y la salud. La predisposición genética al Alzheimer, si vivo suficientes años estaría entre el 50 y el 90%.; ¿qué es esto de las probabilidades? Pues esto significa pongámonos en la peor de las circunstancias, como muchos de nosotros haremos, ¿no?, que nos vamos a morir, ¿Porque o porque qué no?, que cuando leemos sobre una enfermedad tenemos todos los síntomas, y seguramente algunos de nosotros nos pase eso. Aquí es donde entra la epigenética, la capacidad de nuestros genes para expresarse o no en función de factores ambientales y nuestra propia conciencia.
Se atribuye a la convicción mental y la coherencia emocional, sugiriendo que el cuerpo es "obediente" a nuestros pensamientos y que una "certeza" o "convicción" puede traducirse en cambios a nivel molecular y en la expresión genética.
La idea de que lo "real" no es lo sólido, sino la interacción de campos de energía, y que somos un "proceso" energético. La importancia de la luz (fotones) como base de la vida y la capacidad del cuerpo para emitir y comunicarse a través de ella. La inteligencia del cuerpo no reside solo en el cerebro, sino también en el corazón (que puede anticipar eventos antes que el cerebro) y otros órganos.
El concepto de que la salud y la enfermedad están ligadas a las vibraciones emocionales (emociones bajas como la vergüenza vs. altas como el amor y la paz). No somos solo cuerpo, sino también conciencia, y que nuestras creencias, pensamientos e intenciones tienen un poder transformador en nuestra biología. La intención es descrita como una "dirección energética real" que genera información molecular y puede influir en la expresión genética a través de mecanismos epigenéticos.
El problema actual, según estudios realizados, es que hemos dejado de escuchar a nuestro cuerpo y de entender las causas emocionales o traumáticas de las patologías. Se aboga por la responsabilidad personal en la salud, viendo a los médicos como necesarios y no como los protagonistas de la sanación, que recae en el individuo.
La epigenética, el milagro biológico, plantea que no estamos condenados por nuestro ADN, sino que podemos sanar y reescribir nuestra historia genética a través de nuestras elecciones. La visión de a la autosugestión consciente y a la profunda creencia en la capacidad del cuerpo para autorregularse y repararse.
El 98% de las enfermedades se originan por factores externos como la alimentación, el ambiente, los pensamientos y las emociones. La epigenética es como la ciencia que explica cómo estos factores externos influyen en la expresión de nuestros genes, permitiendo cambiar el "destino" genético.
El argumento es que, la enfermedad no existe por sí misma, sino que son las personas quienes enferman. Postulando que una inteligencia orgánica y silenciosa construyó nuestro cuerpo desde una sola célula y sigue presente, esperando que volvamos a confiar en ella. Esta inteligencia vital, no mental, es capaz de reparar y coordinar el cuerpo sin nuestra intervención consciente.
Cómo los pensamientos y emociones generan una química interna que deja una huella en el epigenoma. El estrés crónico, por ejemplo, modifica la expresión genética, activando el modo de supervivencia del cuerpo. En contraste, la seguridad y el afecto permiten la reparación.
La conexión con los demás también influye en la salud; la soledad se asocia con mayor enfermedad y menor longevidad. Se propone que la enfermedad podría ser un mensaje, un camino hacia la sanación profunda a través del conocimiento individual de la historia personal.
El efecto placebo se presenta como prueba viviente de que, creer cambia la química del cuerpo, activando el sistema nervioso e inmune y liberando sustancias sanadoras. Se destaca que la intención y la convicción del paciente, e incluso del médico, pueden potenciar este efecto. Por el contrario, el efecto nocebo es la autoconvicción de que algo malo sucederá, provocando síntomas y enfermedades. La autoconvicción es la manifestación de nuestras creencias más profundas, dejando una huella en el epigenoma.
En resumen, una visión holística de la salud, donde la mente, las emociones y las creencias tienen un papel fundamental en la expresión genética y en la capacidad del cuerpo para sanar, superando la visión reduccionista de que los genes son el único destino.